B Médica

DR. PEDRO RAFAEL BECERRIL PÉREZ

Especialidad en Otorrinolaringología, Hospital Central de Petróleos Mexicanos 1984, Sub Especialidad en Neurotología, Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, 1986

Esta semana, el 25 de febrero, conmemoramos el Día Internacional del Implante Coclear. Este procedimiento se realizó por primera vez en Francia en 1957, mientras que en nuestro país las primeras experiencias se iniciaron hace aproximadamente tres décadas.

El implante coclear es un dispositivo electrónico que reemplaza la función de las células ciliadas del oído interno, transforma las ondas sonoras en estímulos eléctricos que pasarán al nervio auditivo y después a la corteza cerebral auditiva. De esta forma, una persona con hipoacusia severa a profunda, puede percibir los sonidos y oír. El implante consta de dos partes: una externa que se utiliza de forma similar a un auxiliar auditivo, se puede poner y quitar según se requiera y la parte interna que se coloca por medio de una cirugía la cual es muy segura, con una rápida recuperación. Los dispositivos implantables son muy confiables, algunos modelos permiten la preservación de los restos auditivos y la realización de resonancias magnéticas sin inconvenientes.

Este instrumento ha revolucionado el tratamiento de las hipoacusias profundas y severas y marcó un parteaguas en la otología, la audiología, pero sobre todo, en la vida de las personas sordas. No existe un límite de edad para colocar un ímplate coclear, pueden ser implantados bebés desde un año de edad hasta adultos mayores. En los niños es importante que se coloque a edad temprana para un buen desarrollo del lenguaje y habla, durante los períodos críticos de neuro plasticidad. A mayor tiempo de deprivación auditiva, los resultados son más limitados. En los casos de pacientes con sorderas post linguales (una vez que ya se adquirió el lenguaje), los resultados son muy positivos y la recuperación de la audición, por lo general se da en una forma ágil y rápida. Los pacientes adolescentes y adultos sordos pre-linguales suelen ser los casos más complejos y con resultados más limitados ya que no tuvieron ninguna experiencia auditiva que moldeara su vía auditiva en el sistema nervioso central. Recientemente se ha visto que los pacientes con discapacidades múltiples y los adultos mayores son buenos candidatos al implante coclear. Existe evidencia científica internacional que demuestra que las personas con discapacidades múltiples pueden obtener grandes beneficios al acceder a la audición ya que se adquiere un nivel de comprensión muy valioso para la comunicación, la cual puede ser posible ya sea por vía oral u otros medios, conectándose con su entorno y mejorando su calidad de vida.  En el adulto mayor, los resultados también pueden ser sorprendentes. Cuando se pierde la audición se da una disminución del funcionamiento cognitivo general debido a la limitación en el acceso a la información, este efecto puede ser revertido y los pacientes muestran grandes resultados no sólo a nivel auditivo, sino a nivel emocional, cognitivo y en sus actividades cotidianas.

Los usuarios del implante coclear con una adecuada rehabilitación logran insertarse en el mundo sonoro, conectándose con su entorno en nuevas formas que en general pueden permitirles disfrutar la vida con más herramientas y de una forma plena.